Creemos que conocemos y estamos conscientes de las motivaciones detrás de todas nuestras decisiones, pero ¿es esto cierto?
En realidad, las dos emociones de base que motivan todas nuestras decisiones están directamente relacionadas con nuestro estado de consciencia del momento: el amor o el miedo.
- Tomamos decisiones desde el miedo cuando nos identificamos con nuestras limitaciones y nuestra creencia en la separación de nuestro Ser.
- Tomamos decisiones desde el amor cuando recordamos que somos seres eternos y creativos, en constante estado de expansión.
Cuando tomamos decisiones desde el miedo, solemos justificarnos encontrando un millón de razones lógicas y mentales de por qué estamos actuando de la manera en que lo hacemos, y perpetuamos el comportamiento destructivo. Cuando tomamos decisiones desde el amor, no necesitamos justificarlas de ninguna manera, todo está bien con el mundo, y no hay dudas.
¿Cómo podemos darnos cuenta del origen de nuestras decisiones? Observándonos objetivamente podemos notar en nuestra vida las señales de una falta de alineación con nuestra esencia interna.