Practicar la meditación puede ser a veces confuso. Hay días en los nos sentimos elevados de nuestra realidad cotidiana, y días en los que parece que nuestra mente está enchufada a 220 volts.
Una de las preguntas más frecuentes que tienen las personas cuando meditan es “¿Lo estoy haciendo bien?”, ya que es muy difícil saber si estamos teniendo éxito cuando hay días que no podemos despegar ni 2 milímetros del suelo.
A veces el problema es que buscamos señales del éxito durante la misma práctica de la meditación, cuando los beneficios de la meditación no se experimentan necesariamente en la práctica, sino a lo largo del resto de nuestro día.